SINTONIZA CON EL AMOR DEL UNIVERSO

El Deseo, mi deseo

Una estrella cabe en mi mano,

si Mi Señor así lo desea.

Puedo tocar el sol sin quemarme,

si Mi Señor así lo desea.

Puedo habitar la inmensidad y no sentirme solo,

si Mi Señor así lo desea.

Yo mismo podría ser todo eso junto,

si Mi señor así lo desea.

Pero Mi Señor desea solo lo que yo deseo.

Si deseo habitar la luna, en ella habitaré.

Si deseo habitar este cuerpo, en el habitaré.

Si deseo dañarme, entonces me dañaré.

Si deseo vanagloriarme, entonces me vanagloriaré.

Pero entonces, Mi Señor no estará en mis deseos,

Solo contemplará lo que hago de mi vida.

En cuanto más sutiles sean mis deseos,

más me alejaré de Mi Señor y más desearé volver,

sin ver que jamás he partido.

Ese es el amor de Mi Señor,

me enseña con mi propio deseo.

Si deseo dolor, pues dolor tendré.

Si deseo temor, temor tendré.

Y lo peor de todo,

si deseo maldad, pues maldad tendré.

Sabré entonces que solo experimento lo que hecho.

Entonces desearé volver a Mi Señor,

Sin ver que jamás he partido.

Ese es el amor de Mi Señor,

me enseña con mi propio deseo.

Entonces, estoy tan sumergido en mi deseo,

que pretendí alejarme,

sin ver que no soy existencia

sin que Mi Señor así lo desee.

Entonces desearé volver a Mi Señor,

Sin ver que jamás he partido.

Pero eso es la enseñanza de Mi Señor.-